Contratar una agencia para gestionar el marketing digital de tu negocio puede ser una excelente decisión, pero es fundamental que no pierdas de vista la propiedad y control de tus activos digitales. Entre ellos, se encuentran el dominio, el hosting y las cuentas de correo electrónico. Asegurar estos activos no solo te protege ante problemas futuros, sino que también garantiza que mantengas el control total de tu negocio.

Lo primero que debes hacer es asegurarte de que el dominio esté registrado a tu nombre. El dominio es la dirección digital de tu negocio, y es crucial que figure como propiedad tuya, no de la agencia. Para esto, debes tener acceso directo a la cuenta del registrador de dominio, como GoDaddy o Namecheap. Esto te permitirá renovar, transferir o modificar el dominio sin depender de terceros.

El hosting es otro activo importante que debemos asegurar. El hosting es donde se almacenan los archivos y datos de tu sitio web, por lo que es esencial que tengas el control total sobre él. Si la agencia te ofrece servicios de hosting, asegúrate de tener las credenciales de acceso y de que el contrato especifica claramente que el hosting sigue siendo tu propiedad. Esto te evitará problemas si decides cambiar de agencia en el futuro o si deseas trasladar tu sitio a otro proveedor de hosting.

Otro punto crítico es la gestión de las cuentas de correo electrónico asociadas a tu dominio. Asegúrate de que las cuentas de correo electrónico corporativo se configuren a través de plataformas seguras como Google Workspace o Microsoft 365. Además, es importante que todas las contraseñas y datos de acceso estén en tu poder y no dependas únicamente de la agencia para acceder a ellos.

Una vez asegurados estos activos, debes documentar todos los accesos y credenciales en un lugar seguro. Puedes usar herramientas de gestión de contraseñas como LastPass o 1Password para almacenar toda la información de manera segura y accesible.

Además, al trabajar con una agencia, es importante establecer claramente en el contrato que los activos digitales son tuyos, y que la agencia solo tendrá acceso temporal para gestionarlos durante el tiempo del contrato. Esto te protege de posibles disputas en caso de que la relación con la agencia se termine.

En resumen, proteger tus activos digitales es clave para mantener el control de tu presencia online. Asegúrate de que el dominio, el hosting y las cuentas de correo estén registrados a tu nombre y que siempre tengas acceso a las credenciales. Trabajar con una agencia puede traer grandes beneficios, pero nunca debes comprometer la propiedad de tus activos digitales.